jueves, 12 de septiembre de 2013

84. Ansiedad y Acúfenos II parte


 ansiedad y tínnitus . A mayor ansiedad por el hecho de tener acúfenos mayor percepción del zumbido. Cambiar nuestra forma de pensar respecto al acúfeno.





En Psicología se establece una pauta para estudiar algunos temas relacionados con la conducta, es decir, con las cosas que hacemos y como las hacemos.
Para ello se parte de tres componentes que tiene todo COMPORTAMIENTO que son
el estímulo
la respuesta
las consecuencias
vamos a analizar, nuestro comportamiento respecto al tínnitus desde este punto de vista psicológico-emocional.

Estímulo: son situaciones que desencadenan la respuesta de ansiedad. También funcionan como estímulo otras respuestas previas como recuerdos, sensaciones o pensamientos que nos producen ansiedad. En nuestro caso el estímulo es ESCUCHAR EL ZUMBIDO.  El acúfeno es un estímulo sonoro constante.

Respuesta: ante el estimulo sonoro constante (acúfeno) nosotros emitimos una respuesta. Nuestras respuestas de ansiedad se dividen en tres subtipos: respuestas cognitivas (los pensamientos), respuestas fisiológicas (las sensaciones) y respuestas motoras (las conductas visibles). MIEDO, MALESTAR, DOLOR DE CABEZA, ANGUSTIA…

Consecuencia: Las consecuencias de nuestras respuestas a la  ansiedad  pueden contribuir a mantener nuestro problema e incluso empeorarlo.


A mayor ansiedad por el hecho de tener acúfenos mayor percepción del zumbido.
No tenemos más intensidad del acúfeno (el acúfeno no ha subido) el caso es que lo PERCIBIMOS mejor, lo percibimos más fuerte.


Comúnmente las personas con acúfenos tenemos un trastorno de ansiedad generalizada no se teme nada en particular pero se teme todo al mismo tiempo. 
La persona que sufre este trastorno de ansiedad tiene una gran facilidad para preocuparse por muchas cosas y mucha dificultad para controlar las preocupaciones. 
No se limita la ansiedad a una o varias situaciones con cierta similitud entre sí, como ocurre en el resto de trastornos de ansiedad. 

Es como si siempre hubiera algo de lo que preocuparse: el zumbido, si lo escucho cuando me despierto, lo busco, le presto atención a todas las horas del día, si escucho un nuevo sonido en la calle creo que es mi propio acúfeno, no disfruto de nada, los medicamentos, si muevo el cuello o giro la cabeza… En cualquier momento algo puede ir mal o puede pasar algo o no se está haciendo lo suficiente para asegurar el bienestar con mi acúfeno .Y además resulta imposible dejar de preocuparse por las pequeñas cosas de la vida.

Esta ansiedad constante se manifiesta, lógicamente, en síntomas como: dificultad para concentrarse, inquietud, fatiga, irritabilidad, tensión muscular o problemas para dormir.

La solución que adopta la persona con este trastorno es la preocupación intensiva. De hecho, esto le funciona en cierta medida debido a que la preocupación excesiva provoca un funcionamiento intensivo del hemisferio cerebral izquierdo (que soporta el pensamiento lógico y racional), y una cierta inhibición del hemisferio derecho, que se encarga de la formación de imágenes y que tiene más poder para causar alteración emocional.

 Es como si preocupándonos en exceso evitásemos en cierta medida imaginarnos las consecuencias de los temores básicos que vienen a nuestra mente. Pero esta solución sólo funciona en parte porque la preocupación intensiva genera síntomas físicos de ansiedad como tensión muscular, irritabilidad o problemas con el sueño. Y lo que es aún más importante: bajar el ritmo de preocupación nos permite imaginar mejor lo que tenemos.

El problema real al que se enfrenta una persona con ansiedad generalizada es distinguir lo que es posible de lo que es probable. En realidad, todo es posible. Puede aumentar el zumbido con el tiempo… Todo es posible. Pero, ¿es probable? Es poco probable, siempre que seamos capaces de darnos una oportunidad de mejora:

Cambiar nuestra forma de pensar respecto al acúfeno
Aceptar nuestra situación
Empezar a disfrutar nuevamente de las cosas cotidianas y habituales
Captura sensaciones, estimula otros sentidos
Protégete de la ambiente ruidoso de ocio y/o trabajo
Haz ejercicio fisico moderado para estimular la producción de serotonina
Alimentación balanceada con la ingesta de magnesio, zinc, cobre, potasio, vitamina B protectores naturales del sistema nervioso auditivo
Alimentos ricos en serotonina, GABA, glicina, melatonina
Haz ejercicios de relajación, 20 minutos al día , es suficiente
Se positivo, mira el lado bueno de las cosas
No te aisles, comparte tus esperanzas, ilusiones, dificultades

artículos relacionados
http://otinylucas.blogspot.com.es/2014/09/134-acufenos-y-depresion.html


Otin & Lucas.  artículo nº 84


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El blog tiene la intención de poder ser de  ayuda a todas las personas con acúfenos (tínnitus) que están desorientados respecto a su síntoma, informales de las diferentes posibilidades terapéuticas y mantenerles actualizados con las novedades que vayan surgiendo en el campo del acúfeno. El fin es conseguir que todos las personas que presentan un acúfeno severo o incapacitante alcancen unos niveles de habituación que reduzcan drásticamente la intensidad y la molestia de su síntoma para hacerlo menos perceptible. Esta es la razón de nuestro trabajo y del título del blog LA PUERTA DE LA ESPERANZA. Saludos cordiales. otínylucas


Dedicar este artículo a mi amigo blas paredes, de profesión arquitecto, de vocación escritor.

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fuente http://www.psicoactiva.com/ebook/ebook_ansiedad11.htm

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